domingo, 16 de agosto de 2009

En Él esta la Paz


Estamos en la décima domínica después de la Trinidad. El Evangelio de este domingo nos cuenta como es que Jesús, el Rey de Reyes, derramó lágrimas al ver desde la colina la ciudad de Jerusalén, tan cruel y dura que mataba a sus profetas ....

De la misma manera Jesús llora por las Jerusalenes andantes, que son sus hijos, que viven extraviados, viviendo en sus propias fuerzas, ursurpando para si el lugar que sólo le corresponde a al Rey de Reyes. Las palabras de Jesús vuelven a resonar en vuestros oidos "!Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!" (Lc 19,41) exhortando a su creaturas a escuchar su vos.

Como Iglesia seamos portadores de las Buenas Nuevas de Jesucristo, y que las creaturas de Dios puedan escuchar hoy su vos. Envianos a nosotros oh Señor Jesús que dispuestos estamos a proclamar a tus creaturas a quien puede salvar sus vidas y traer paz a su existencia.

Toda la Gloria, Honra y Poder al único Rey de Reyes y Señor de Señores, por los siglos de los siglos. Amén.

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