domingo, 30 de mayo de 2010

Gloria a Dios en medio de los Misterios

¿Puede un hombre hecho y derecho, así reza nuestra frase, cambiar y ser una nueva criatura? Seguramente ustedes dirán, no, y seguramente me podrán responder con el viejo refrán “árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza”. Una pregunta parecida le hizo Nicodemo a Jesús “¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” por supuesto, la respuesta es no, pero Jesús le estaba diciendo otra cosa, Jesús le estaba diciendo – lo que para ti es imposible, para Dios es posible – (Mt 19,26). Es justamente Dios el que hace que las cosas imposibles sean posibles.

Cuan limitada es nuestra mente humana, y el conocimiento que de nosotros poseemos. Jesús le dijo a Nicodemo que “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va” bueno la ciencia, vaya descubrimiento, nos dice que el viento caliente sube y viento frio baja… pero en síntesis los dos siempre paran juntos. ¿Entienden algo? Yo no. ¿Por qué Jesús utiliza esta metáfora? Porque esta tratando de demostrar que estar verdades tan sencillas para Él, para nosotros nos resultan sumamente complicadas. Ahora bien si estas verdades sencillas nos resultan verdaderos problemas, cuánto más la verdades que escapan a nuestra realidad.

Hoy estamos celebrando la verdad inédita, ineludible de la Santísima Trinidad, “Tres Personas distintas, en un solo Dios verdadero”. También se le conoce como el misterio de la Santísima Trinidad, por qué misterio, porque nadie puede entender plenamente lo que significa. Pero es importante afirmar, el hecho que no entendamos, no le resta verdad, el problema no esta en la revelación, sino en la mente limitada que poseemos. Por tanto rindámosle gloria a nuestro Dios aun en medio de los Misterios

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen comentario para una de las doctrinas fundamentales de nuestra fe Católica; no la aceptamos por lo que indique la razón, sólo por que la Sagrada Escritura menciona esta doctrina que nos muestra la grandeza de nuestro Dios y lo finito de nuestra mente para aceptarla, además de ser ratificada por el concilio de Nicea en 325 y en el Credo Atanasiano de gran valor histórico-teológico. Por esto creemos este tremendo misterio de nuestro Gran Dios. El hijo es Dios, el Padre es Dios; el Espiritu Santo es Dios, en una sola escencia divina donde ninguno es último; el padre increado; el hijo procede del padre por ser engendrado desde la eternidad; el Espiritu santo es espirado por el Padre y el hijo desde la Eternidad. !vaya dificultad conciliar con la razón estas proposiciones! Pero es lo que la Iglesia ha enseñado desde antiguo. Solo necesitamos humillarnos ante la Palabra de Dios y aceptarla con reverencia en este y otros puntos que chocan con nuestra debil razon. siempre necesitaremos la ayuda del Espiritu Santo para aceptar esta doctrina fundamental de nuestra fe, y no crearnos dioses conforme a nuestra razón pervertida. solo Existe un Dios, y ese es el Dios Trino tal y como lo confesamos en uno de los 39 artículos de la Religión contenidos en el LOC.

Gabriel álvarez David
Medellín-colombia